Números, números, números

Me dicen que mi hijo no identifica el número con su grafía correspondiente. Vaya por Dios!! A estas alturas, resulta que el niño no conoce los números!! Y ahora...qué? Me pongo a contar números, a escribirlos, a estudiarlos??

Nada más lejos!!

A jugar se ha dicho!!

Cómo mejor se aprende que jugando!!

Primer juego: cartulinas blancas, y escribir el número en cada una. Dispersarlas por el suelo. Escondemos las manos detrás de la espalda...una, dos y tres...contamos todos los dedos y allá que nos vamos a la cartulina correspondiente!!

Un divertido juego para repasar los números.

Otro juego, mucho más útil, es llamar a familiares y amigos. 

Para ello, decidimos a quién llamar, mamá dicta el número, lo escribimos y luego lo marcamos en el teléfono.

(oímos el número, recordamos como se escribía, y lo identificamos en algo que no es el papel). Y a charlar se ha dicho!!

Último juego que hicimos, la clave para entrar en casa. Tan sencillo como una cartulina pintada como si fuera una caja fuerte. Cada día inventamos una clave para entrar, si la inventa mamá, el niño tiene que marcarla. Si la inventa el niño, mamá la marca (ojo!! mamá se suele equivocar, así que el niño tiene que estar pendiente mamá marca los números correctamente).

De esta no tengo foto, es de noche y no tengo ganas de salir a hacerla. Pero prometo subirla en breve ;)

Imaginación

Nueva actividad en el cole de Imaginación. 

Algo bastante básico y supuestamente sencillo: un folio, un rascacielos pintado y una pregunta ¿cómo podemos limpiar las ventanas del rascacielos? 

Entonces, si tan sencillo y obvio es, ¿porqué mi hijo se niega a hacerlo? Es más, es que ni lo mira. Tenemos una semana para realizar la actividad, y van pasando los días y no logro ni siquiera que me escuche, que mire el folio, o que intente hacer algo. 

Día antes de entregarlo, me siento con él, y le pregunto ¿cómo puedes limpiar estas ventanas que están tan altas?, a lo que me responde: ¿Altas?.

Ajá!! Se me encendió la luz, el folio está en horizontal, así que en su mente no hay nada alto, nada a lo que no se pueda llegar!!!

Puse el folio en vertical, apoyado en la pared, y tomé un muñequito enano que venía en un huevo kinder, y le volví a repetir la pregunta: ¿cómo puede el muñequito limpiar estas ventas que están tan altas ? 

Eureka!! Dí en el clavo, la sonrisa de mi hijo le llenaba toda la cara, lo vió claro y transparente. La diferencia entre el muñequito y la punta del rascacielos era inmensa!!

Con una escalera, me contestó, cogí una escalera del castillo de los playmobil y sólo llegaba a la mitad del edificio, subió al muñequito por la misma, y de nuevo la pregunta: ¿cómo puede el muñequito limpiar las ventanas de arriba arriba que no llega con la escalera?

Como no se me había ocurrido!! Pues en avión, claro!!

Vamos a cocinar

Vamos a cocinar!!

Podemos aprovechar todas las oportunidades de la vida cotidiana para el aprendizaje de nuestros niños. Cuanto más divertida es una actividad, más interés pone el niño y por tanto más podemos enseñarle a pensar.

Compré un saco de manzanas y, estando en la alfombra jugando les comenté que además de comerlas así tal cual, las podíamos hacer al horno.

¿qué son manzanas? (fruta, qué tipo de fruta, como se ven, qué tipos hay)
¿qué es el horno? (dónde está, para que sirve, qué hacemos en el horno...)
¿qué le podemos poner a las manzanas? (algo dulce, salado, liquido, sólido...)

Este momento es el Más Importante de todo, incluso más que hacer las manzanas en el horno, ya que nuestro hijo está Pensando.

Hacer manzanas al horno ayuda a: aprender nuevas palabras , contar, colores, blando / duro, conocer los electrodomésticos saber cómo funcionan (horno ) estimación de tiempo , etc..

Y unos minutos después .... las manzanas no estaban muy buenas que digamos pero nos divertimos mucho y sobre todo Aprendimos mucho .

Dime y lo olvido , enséñame y lo recuerdo . Déjame hacerlo , y lo entiendo . ( Confucio )

El Esfuerzo Tiene Recompensa

Parece mentira que haya pasado un año, sí un año ya desde que mis hijos escribieron su primera carta a los Reyes Magos.

Una tarde la dedicamos a explicar quién eran los Reyes Magos, vimos fotos de otros años para recordar, enumeramos los Reyes (contamos hasta 3), vimos que eran diferentes (anda como nosotros, que cada uno tiene los ojos de una forma) puesto que hay uno de color, y recordamos que si escribimos una carta pidiendo juguetes nos lo traen (bueno...si nos hemos portado super-bien que, claro está, según ellos bien se queda corto...)

Otra tarde, decidimos qué íbamos a pedir, y dos tardes más para escribir una breve carta.

Pero allá quedó eso, en el pasado. Este año, en un plis-plas nos acordábamos de todo: tres Reyes, cabalgata, carta, juguetes, y lo buenísimos que hemos sido. Así que nos pusimos manos a la obra a escribir la carta. Sin embargo, este año el nivel de conciencia era mucho mayor así como el nivel de auto-exigencia.




El pequeño tardó varios días en escribir la carta, de hecho, escribió varias cartas, pero con mucho esfuerzo, mucha atención y muchísima paciencia logró una magnífica carta que entregó en mano a uno de los pajes y que, por si acaso se le olvidaba, vociferó a gritos durante la cabalgata.

Ahora, viendo las dos cartas, veo el progreso, el aprendizaje y (aunque parezca histérica), estoy deseando ver las próximas...;)